1.dic.2009
publicado en Diálogo Digital 14.dic.2009
por Paola Parra Hoelbe
Mientras el equipo masculino los Gallitos de la Universidad de Puerto Rico Recinto Río Piedras (UPRRP) gozan de la semifinal de fútbol de la Liga Atlética Interuniversitario (LAI), algunas de las muchachas del equipo de fútbol de las Jerezanas de la UPRRP miran el partido con deseos de algún día poder participar en la liga.
Los equipos femeninos de fútbol de las universidades en Puerto Rico han hecho el intento en varias ocasiones de incorporarse a la LAI y aún no se ha incluido como deporte oficial.
Las jugadoras de las Jerezanas no compiten en la LAI por que no hay suficientes equipos para cumplir con los reglamentos. “Para que un deporte sea oficial tiene que haber un mínimo de ocho equipos. Normalmente, participan de cuatro a seis de las 21 universidades que participan de esta liga,” dijo el director atlético de la UPRRP, David Alemán.
Sin embargo, Antonio Giansante, crítico del fútbol y ex entrenador del equipo de fútbol de la Academia María Reina, argumenta que el problema no está en la falta de equipos, sino en que las universidades no cuentan con los fondos suficientes actualmente en las universidades para invertir en el fútbol. “Como no hay fondos asignados para becas, pues no pueden reclutar atletas para hacer los equipos,” indica Giansante.
El semestre pasado se llevó a cabo un torneo de exhibición para animar a los demás equipos de las universidades a participar para lograr el conjunto de un mínimo de ocho equipos. Sólo participaron cinco equipos que incluyen los recintos de Río Piedras, Carolina, Cayey, Mayagüez y Arecibo de la Universidad de Puerto Rico.
El fútbol femenino en Puerto Rico es un fenómeno relativamente nuevo. Tiene un poco más de 10 a 15 años. Por otro lado, el fútbol se practica entre hombres por mucho más tiempo de lo que se practica entre mujeres. En Puerto Rico, desde la década de los años 50 existe fútbol organizado masculino.
A esto se le añade la poca atención que se le dedica a los equipos femeninos de fútbol. Integrantes del equipo de la UPRRP, Melissa Parladé y Gabriela Vaquer, concuerdan con el hecho de que se les da más prioridad a los varones en cuestión de instalaciones, prácticas y juegos. “Al equipo masculino, le dan la cancha, los balones, y, a nosotras, nos dejan sin nada,” añade Parladé.
Las futbolistas podrían recibir becas y exenciones participando en la Liga Atlética Interuniversitaria como reciben los varones de las instituciones que pertenecen a esta liga. “Pienso que es injusto comprometerse y jugar en un equipo de la universidad sin recibir todos los beneficios que se merece,” comenta la defensa izquierda de las Juanas del Recinto Universitario Mayagüez (RUM), Jossette Axtmayer.
Además, muchas jugadoras que se gradúan de escuela superior llegan a la universidad con ansías de jugar fútbol a nivel universitario. Muchas, sin embargo, no han podido disfrutar de esta experiencia. Fabiana Parra, ex jugadora y alumna de la Universidad del Sagrado Corazón (USC), es una de las muchas futbolistas que nunca logró competir en la universidad.
“Mi sueño más grande como jugadora femenina era jugar para la universidad y representarla,” expresa Parra.
Muchas de las experiencias que disfrutan los varones son las mismas que quisieran disfrutar las féminas como el clásico y la rivalidad entre la UPRRP y el RUM, así como el orgullo de representar la universidad.
En el caso de la USC, las mismas deportistas de la universidad se entusiasmaron para hacer un equipo femenino de fútbol, pero nunca tuvieron quórum, organización ni entrenador.
Para combatir con la no participación de fútbol femenino en la LAI, equipos como el de la UPRRP, funcionan como un club, bajo el nombre Jerezanas de Río Piedras y juegan en ligas con equipos a través de la isla como el de la Liga Superior Femenina de Fútbol, de la cual llegaron campeonas este año.
Las mismas jugadoras de los distintos equipos exigen más disciplina por parte los entrenadores y esfuerzo de las jugadoras, preparación y educación, organización, y sobre todo dedicación y pasión. “Puerto Rico tiene el talento, hay que desarrollarlo,” dice Vaquer de las Jerezanas.
Según Alemán y Giansante, el futuro queda en manos de las categorías menores cuando suban y lleguen a la universidad. Alemán estima que de aquí a dos o tres años más el fútbol femenino pueda llegar a incluirse como deporte oficial en la LAI.
Añade Giansante que mientras no se cuiden las raíces del fútbol de Puerto Rico, que son las categorías menores y los clubes, el fútbol femenino no va a dar ese salto de calidad que necesita para ponerse al día con los otros países en el mundo.
Este año la LAI dijo que no iba a haber nada, ni torneo de exhibición para el equipo femenino por la situación económica. No obstante, el tema está por verse, ya que según Alemán esta decisión puede que cambie.
Por reglamento, son dos años de torneo de exhibición y, si después de dos años, no hay ocho equipos, se elimina la consideración por completo, pero la LAI no ha aplicado este reglamento. “Aún hay una buena disposición para que se incluya como deporte oficial,” dijo Alemán.
Melissa Parladé y Gabriela Vaquer seguirán luchando para hacer historia del día que se considere el fútbol femenino como deporte oficial en la LAI.
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